TDAH: Un enfoque científico, humano y social
El TDAH constituye una de las entidades neuro-conductuales más frecuentes que existen. No respeta raza, religión, nacionalidad u otra característica sociocultural que se conozca, lo cual nos invita a conocer de forma más profunda la complejidad de las conductas humanas. Cualquier niño es el foco principal de esta problemática llamada ´´TDAH´´, la cual como padres y como sociedad debemos tener presente. Son precisamente esos niños quienes experimentan estas conductas ´´hiperactivas´´ que muchas veces son incomprendidas y posteriormente juzgadas por nuestra sociedad. Es fácil para muchos colocar una etiqueta a una persona si no presenta un patrón conductual socialmente ´´esperado´´, sin saber lo destructivo que puede ser dicha etiqueta.
Como médico es lógico estudiar profundamente lo inherente a concepto, causas, clasificaciones, genética, fisiopatología y tratamiento, pero definitivamente no es suficiente. Nada se gana limitándose a conocer de forma individualizada el entrañado mundo científico que presenta el TDAH, hace falta difundir conocimientos de forma amena y sencilla y educar a la sociedad. De no cumplir esta simple meta como sociedad caeremos en el craso error de juzgar lo incomprendido. Este preámbulo lo redacto a efectos de centrar el articulo no solo en el análisis científico sino también en la comprensión social del TDAH. Obviamente voy a pasearme por elementos inherentes al abordaje médico, pero sin descuidar la invitación a masificar el conocimiento sobre temas de salud, en este caso el TDAH.
Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) vienen definidos por la presencia de tres síntomas fundamentales:
1. Déficit de atención.
2. Impulsividad.
3. Hiperactividad.
Es válido acotar que incluso sería mejor denominarlo “Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad´´ (SDAHA) dado que esta condición posee un espectro sintomatológico amplio, variado y de diferentes niveles de severidad. Antes de ser llamado TDAH, como suele tipificarse, paso por otras denominaciones tales como daño cerebral mínimo y posteriormente disfunción cerebral mínima.
La prevalencia de TDAH estriba entre el 10 a 20 %, lo cual epidemiológicamente significa números impresionantes, si nos referimos a la frecuencia. Aunque según algunas bibliografías se puede estimar en 5 %, lo que sin lugar a duda es una cifra muy prudente. Esta diferencia tal vez lo justifica que muchas veces es difícil diferenciar entre ´´personalidad´´ de un individuo y un ´´trastorno clínico´´ La estadística da mucha tela que cortar, resulta que en muchas referencias bibliográficas se asume que el TDAH es más frecuente en varones que en Hembras, sin embargo, con el paso del tiempo y en la misma práctica cotidiana, ambos sexos parecen estar muy cercanos en frecuencia. Otro elemento que puede ser considerado un mito lo representa la aceptación de que el TDAH sólo afecta a los niños o adolescentes, nada más lejos de la verdad, dado que sin lugar a duda en la adultez todavía prevalece de forma impresionante
El otro elemento que es insoslayable lo representa el hecho que el TDAH NUNCA VIENE SOLO, generalmente viene con alguna comorbilidad o mejor dicho, viene acompañado de algunos trastornos de tipo psiquiátrico o neurológico y si alguien cree que el impacto del TDAH se limita a quien lo padece, también está equivocado pues la repercusión termina afectando a los familiares, a las maestras, las escuelas, la sociedad e incluso al sistema sanitario, dado que la demanda de recursos de toda índole es muy fuerte. Subestimar el TDAH en nuestra época no puede ser posible, dado que significa dar poca importancia al impacto real de esta entidad clínica y en consecuencia no cumplir el abordaje requerido. En cuanto a las causas no es fácil explicarlas, pero se pueden resumir en una base o susceptibilidad genética que interactúa con factores ambientales, de una forma tal que terminan afectando anatómica y/o fisiológicamente el cerebro, dado que se instalan problemas bioquímicos en proyecciones de conexión entre los lóbulos frontales y los núcleos basales, que afectan tanto al transporte como a la recaptación de la dopamina y en menor grado, de la serotonina y de la norepinefrina. Anatómicamente es la corteza prefrontal la zona clásicamente relacionada con el TDAH, pero también se incluyen cerebelo, amígdalas y ganglios basales entre otras áreas
El TDAH clínicamente se puede clasificar en ciertos subtipos dentro de este síndrome.
1) Uno en el que predomina la hiperactividad.
2) Otro en el que predomina el déficit de atención.
3) Otro, el más numeroso, en el que hay combinación de déficit de atención y de hiperactividad.
En cuanto al espectro de síntomas se debe tener presente que la misma debe tener una evolución de 6 meses o más, con repercusión en todos los ambientes de desenvolvimiento del paciente (casa, calle, escuela, trabajo, etc ), si se presentan en un solo ambiente, no es característico del TDAH. La edad de diagnóstico es generalmente una edad mayor a los 6 años.
Las comorbilidades son muy variadas, a continuación, enumero las más emblemáticas:
- Problemas de afectividad
- Dificultades para el lenguaje y aprendizaje: fracaso escolar.
- Problemas para la conducción de vehículos y psicopatología asociada
- Trastornos de la coordinación motriz
- Ansiedad (mordedura de uñas, tics)
- Nula capacidad para aceptar lo evidente
- Cambios de humor y síndrome bipolar
- Actitud oposicional desafiante.
- Comportamiento impulsivo-agresivo
- Comportamiento antisocial
- También incluye mayor riesgo de Epilepsia
El tratamiento es de manejo interdisciplinario, intervienen psicólogos, psicopedagogos, neuropediatras, Terapia ocupacional y de lenguaje, por su puesto la intervención escolar es determinante. La polémica la desata el aspecto farmacológico, sin embargo, cada caso se debe individualizar. NO todos se medican es una realidad, pero también es verdad que algunos se medican con psicofármacos. Finalmente es vital saber que una intervención temprana es determinante para la evolución. Si se decide postergar las necesarias terapias definitivamente el pronóstico será malo: deserción escolar, problemas familiares, fallas con el entorno social, mayor riesgo de uso de drogas ilícitas, mayor riesgo de accidentes de tránsito e incluso aumenta la posibilidad de caer en delitos diversos.
La invitación es a entender todo el espectro que implica esta entidad clínica, aceptarla y atenderla individual y socialmente, para lograr que seamos una sociedad más evolucionada y profundamente humana.
- Dr. Angel Cermeño
- Neurólogo Pediatra. Conferencista
- Correo: angelcermeno@gmail.com
- Instagram: neuroangelkids