RETO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ANTE LAS CONDICIONES NEUROLÓGICAS DEL NIÑO
Los medios de comunicación social fueron, son y serán, directa o indirectamente un espejo de la sociedad. Allí se refleja lo bueno, lo malo y lo feo que puede albergar la colectividad, una nación o cualquier espacio geográfico. No obstante, es válido reconocer que no todas las realidades, no todas las áreas logran exponer ´´su verdad´´ en la vitrina de los medios de comunicación.
En el sector salud, dado su diversidad, su amplitud y sus matices de pluralidad temática, muchas veces no es factible visibilizar todas las situaciones que dicho sector encierra. Las condiciones neurológicas del niño forman parte de esos temas de salud, que aún requieren ser más visibles ante nuestra sociedad. Por ejemplo el autismo, el TDAh, la epilepsia, Parálisis cerebral, problemas del neurodesarrollo entre otros temas afines, presentan muchos vacíos, que dificultan su entendimiento social y la manera como serán enfrentados por la familia, la escuela y el resto de los ámbitos cotidianos del niño y el adolescente.
Es evidente que los conocimientos en estos temas tienen hoy en día mayor expresión en redes sociales y medios de comunicación, pero aún falta mucho por trabajar en este punto. Por eso diversos medios de comunicación tanto a nivel televisivo, radial y prensa requieren contar con las herramientas necesarias para realizar tan valiosa labor de la mejor manera posible.
Una realidad, puede calar en las persona más fácilmente si es expuesto en un medio de comunicación social de una forma seria, objetiva y humana. Sin embargo, no es menos cierto que una mentira o un mito sobre cualquier enfermedad o condición neurológica pueden asumirse como ´´verdad´´ ante el colectivo si el estilo o la forma de describirla no están debidamente comprendidos.
Lo antes expuesto, nos invita a diseñar seriamente, estrategias para masificar en los medios de comunicación conocimientos sobre condiciones o enfermedades neurológicas del niño, bajo una óptica humana y científica. Pero eso no es suficiente, hace falta que se realice mediante formas o estilos cónsonos con la sensibilidad humana de la familia y del mismo paciente.
Por ejemplo
El autismo, constituye una condición del neurodesarrollo frecuentemente expuesta a situaciones irregulares , tales como enfoques equivocados o sesgados, usos peyorativos del término ´´autista´´, exclusión social e incluso incomprensión del lado humano de estas personas. Sucede también con la epilepsia, cuyo diagnóstico puede significar un impedimento para conseguir un espacio laboral. Problemas de conducta del niño, tales como TDAH, se busca corregir con expulsión escolar o disminuyendo su tiempo de permanencia en el aula de clases. Así podríamos enumerar un sinfín de situaciones.
Cuando argumentamos que los medios de comunicación social son protagonistas en esta ecuación terapéutica del paciente con alguna condición neurológica, no exageramos. Es insuficiente la labor que podemos realizar en un consultorio o una jornada con terapeutas, se requiere la compresión de la sociedad en todas estas condiciones, para facilitar la aceptación colectiva de estas personas.
Es en este punto donde los medios de comunicación y las redes sociales tienen la posibilidad de abrir más espacios de difusión y por supuesto hacerlo bajo un estilo que permita forjar una imagen real y positiva de quienes presentan estas condiciones neurológicas.