El TDAh o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un tema apasionante, lleno de muchos elementos, a nivel científico pero más aún a nivel humano. A veces es difícil hacer entender a la sociedad que un niño es un ser complejo, colmado de aspiraciones, deseos, emociones, potencialidades y debilidades.
No todo es perfecto en el ámbito de la conducta infantil y muchas veces no es factible colocar una línea divisoria entre un niño que presenta una conducta «normal« o cuando se sale radicalmente de lo esperado. Esta situación hace que la madre no pueda detectar en muchos casos, cuándo debe buscar ayuda para su hijo o cuando debe quedarse tranquila y esperara soluciones espontáneas.
A decir verdad no es NADA fácil, dado que una madre está expuesta a muchas presiones a nivel social, familiar y por si fuera poco en su propio auto-concepto. Algunos esperan que el niño sea un estudiante modelo, con buen desempeño en la escuela, que sea inteligente, que acate normas, que se destaque o simplemente que su comportamiento sea lo que socialmente es aceptado. Lo que se sale de este modelo puede ser víctima de etiquetas sociales innecesarias y potencialmente nocivas
La madre también se expone a las comparaciones con otros niños que a veces pueden suceder en conversaciones entre madres, obviando aquello que cada ser humano es único, diferente, en fin, como una huella digital. En ese contexto, qué sucede cuando vemos un niño inquieto, impulsivo, que vulnera el espacio y la tranquilidad de su entorno, que no se concentra y que además puede presentar comportamientos oposicionistas-desafiantes y baja tolerancia a la frustración
Generalmente en ese escenario lo más fácil, puede ser recurrir a alguna «etiqueta« para poder calificar a ese niño. Resulta que esta acción, de etiquetar, deja un impacto en la madre, quien muchas veces adopta una postura de defensa, en otros casos se torna sensible o sencillamente se paraliza por no saber qué hacer.
La otra cara de la moneda es la escuela, donde el niño inevitablemente debe asistir. En la escuela las debilidades evidenciadas en casa, se pueden hacer mucho más evidentes, al punto que el niño no rinda en las actividades asignadas, tienda a distraer a otros niños, agredir a la maestra o alguien de su entorno. En la medida que la escuela pueda detectar cuando un niño presenta conductas inadecuadas, será más fácil poner en alerta a los padres para buscar ayuda profesional.
En lo cotidiano podemos ver que cuando un niño es inquieto, hiperactivo, con déficit de atención e impulsividad, la acción de buscar ayuda se retrasa en gran medida porque la sociedad, la familia y la escuela no entienden el contexto de la conducta de un niño y pueden caer en contradicciones o polémicas. Es determinante un nuevo enfoque que nos ayude a descifrar como sociedad cuando un niño es «tremendo« pero conductualmente aceptable de aquel que presenta una condición neuroconductual que requiere ayuda y apoyo profesional.
De esta dualidad, nace el interés de Neuronas al aire, de dar una nueva concepción o enfoque del TDAH. Bajo ésta premisa no se debe subestimar jamás la conducta de un niño, además de tener las herramientas para diferenciar cuando un niño es «tremendo« o cuando el niño presenta una situación conductualmente atípica.
De aquí nace nuestro taller: MI HIJO NO ES TREMENDO!!!… TIENE TDAH Y NECESITO AYUDA, que se realizará el 6 de Diciembre en caracas en la Biblioteca nacional de Venezuela. Allí vamos a desarrollar tres puntos determinantes para afrontar esta situación bien sea como madre o como maestra. Primer punto a cargo del Dr. Ángel Cermeño (neuropediatra), quien abordará: «el TDAh tocó mi puerta«. Seguidamente la Lic Mónica Cabrera (experta en psicopedagogía) expondrá el «abordaje en la escuela del niño con TDAh« y finalmente la Dra. Jisbelys Salazar hablará del plato fuerte del evento: COACHING TDAH PARA PADRES, un tema que busca avivar la fortaleza interna de las madres y las maestras para encontrar vías de solución que permitan sobreponerse al TDAh.
Es un taller exitoso, cargado de buena vibra, de amor por los niños y su familia, de entender el potencial y compromiso que tiene la escuela en la búsqueda desoluciones en caso de niños con TDAh. Los resultados obtenidos donde hemos tenido la oportunidad de presentarnos han sido altamente satisfactorios. Es un antes y un después en la percepción de los problemas conductuales del niño, especialmente el TDAh, dado que es una entidad clínica, enmarcada dentro de los trastornos del neurodesarrollo y que requiere un abordaje multidisciplinario donde todos somos actores, el único protagonista debe ser el niño.
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